No pienso irme sin pasar por tu cuerpo, sin meter en la maleta todos los besos que nos quedan por darnos, no pienso irme sin ti, quiero que me acompañes, que me lleves,que te lleve .. porque hay muchas cosas ahi fuera que no merece la pena ver en soledad. Y yo quiero enseñartelas todas pasando primero por tu habitación...

miércoles, 19 de mayo de 2010

ME GUSTAS


Han hablado de la ciudad ,del tiempo.. de aparcar en doble fila. Pero el no sabe nada de ella, ni siquiera sabe porque esta ahi.

- ¿Quieres que te lo diga? Estoy porque, el otro día en el coche... pintaste en el cristal en el vaho .. una cara. Pero luego buscaste entre un montón de discos una canción... con mucho cuidadito... y la pusiste 30 veces... o 40. Luego me di cuent de que no eras a mí a quien mirabas, de que no me veías... Y de que no me iba a dar tiempo a contarte las cosas que me gustan y las que no. Por eso tengo que hacerlo muy deprisa. Me gusta... romper el papel por la línea de puntos. Chupar el cola-cao que se queda pegado a la cuchara. Me gusta... explotar burbujas y que suene como una tormenta. Coger la nata con el dedo, me gusta la gente que dibuja donde no se puede dibujar. La espuma del café .. el olor a gasolina, la gente que se besa por la calle. Me gusta dar los buenos días hasta por la noche. Los sombreros... abrir un libro y encontrar una entrada de cine antigua, una frase escrita entre líneas, un párrafo que me estremeció. Y me gustan las cosas que se repiten... y… las que no. Pero sobre todo... me gustan las cosas pequeñas, cajas llenas de recortes, de fotos, de cartas, de recuerdos. No me gustan los jarabes. No me gusta nada el fútbol en la radio, me gusta verlo en la tele y con el sonido apagado. No me gustan las marcas hechas con maldad. Pero sí me gustan las señales, los sueños, las creencias absurdas, las promesas imposibles, la entrega absoluta, la inocencia, la generosidad, el miedo a la oscuridad y a lo desconocido, la gente que le pide deseos a una estrella, la playa a la luz de la luna, el campo cuando llueve, las hojas en otoño, las tarjetas de felicitación, la luna llena, las pelis dramáticas en las que el final te sorprende y lloras de alegría y las románticas en las que simplemente no paras de llorar y me gusta la cara de un niño cuando recibe un regalo inesperado, cuando todo le hace ilusión todavía y cuando la máxima preocupación que tiene es decir gracias cuando su madre se lo manda, esa cara es la que me gustaría poder tener siempre.

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